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BRATISLAVA EN TREN DESDE POLONIA

Llegamos a Bratislava en tren desde la ciudad polaca de Cracovia. Era enero y la temperatura era de unos -5 grados. Nos quedamos en el hotel Plus, en un barrio residencial de Bratislava al que había que acceder en tranvía. Utilizaríamos Bratislava como base para visitar un día la ciudad de Viena y por supuesto dedicaríamos un día entero para visitar Bratislava la capital de Eslovaquia.


Plaza en Bratislava Eslovaquia

Bratislava es una ciudad muy poco nombrada y conocida, ha comenzado a ser un poco sonada como la capital de Eslovaquia después de su independencia de Checoslovaquia. A esta ciudad de bonito nombre, yo la bauticé como la pequeña Viena, y es que bajo mi punto de vista no tiene nada que envidiar a la gran capital austriaca, sólo su tamaño.
La ciudad tiene un aire muy alemán. Es barata, se puede comer y dormir por poco dinero, es ideal si se quiere evitar los altos precios de alojarse en Viena. La gente en general entiende el inglés o sino muchos hablan alemán. Es una ciudad manejable y que se puede recorrer muy bien caminando.
La ciudad en general es poco turística, prácticamente eramos los únicos turistas haciendo fotos. Había que andar con cuidado por las calles porque el suelo estaba muy resbaladizo por el hielo.
La ciudad de Bratislava me encantó, es muy mona y está repleta de palacios de estilo barroco, placitas e iglesias muy dignas de ver. Las calles del casco histórico están todas empedradas y son la mayoría peatonales, los edificios están todos muy cuidados.


Calle en Bratislava Eslovaquia

La pequeña plaza del Ayuntamiento es de los sitios con más encanto de la ciudad, un pequeño tesorillo. Allí se encuentra ubicado el Ayuntamiento de Bratislava que se compone de un complejo de tres edificios construidos en los siglos XIV al XV y en la actualidad es sede del Museo de la Ciudad de Bratislava.
Lo que más llama la atención de esta ciudad son sus pequeños palacios, el palacio Primacial de estilo clásico es uno de los que más llama la atención paseando por esta pequeña Viena. Fue construido durante los años 1778 y 1781. Su mayor curiosidad se encuentra en la parte superior del edificio. Un enorme sombrero metálico de 180 cm de diámetro y con un peso de 150 kg nos recuerda a los cardinales y arzobispos que un día habitaron el palacio.

Palacio Primacial en Bratislava Eslovaquiq

Otro palacio que también llama la atención, aunque menos que el anterior es el situado en una de las calles más céntricas de la ciudad, el Palacio Pálffy. Este palacio perteneció a los dirigentes del Ejercito Austro-Húngaro, a la más alta nobleza. Actualmente este palacio es la sede de la Embajada Austríaca.

Otra de las placitas que aparecen callejeando es la céntrica plaza "Hodžovo námestie" donde se encuentra el Palacio de Grasalkoviè. De estilo rococó, construido en el año 1760 el palacio fue punto de encuentro de la nobleza húngara. Durante los años 1939 y 1945 fue ya sede de la presidencia. En la actualidad, tras su restauración hace unos años, vuelve a ser la sede del Presidente de la República Eslovaca.
Bratislava es una ciudad con mucha historia y que no deja de sorprender a cada esquina.


Placita en casco histórico de Bratislava Eslovaquia

Caminando por esta pequeña Viena, llaman la atención estatuas que te vas encontrando en situaciones inesperadas por sus calles, estas estatuas son el personaje Cumil,  un personaje famoso en la ciudad. La estatua representa a un obrero descansando mientras echa un vistazo a las calles repletas de gente paseando. Sin duda es la estatua que más llama la atención a los visitantes, ya que yo no había visto ninguna otra igual de original.
Otras de las estatuas simpáticas  que adornan las calles son un soldado del ejército de Napoleón en uno de los bancos de la Plaza Mayor y un Paparazzi haciendo fotos.

La antigua ciudad de Bratislava se encontraba toda fortificada y la Puerta de San Miguel es la única torre que queda en pie de esa antigua fortificación. La torre de actual estilo gótico se construyó en la primera mitad del S.XIV. Su cúpula en forma de cebolla la dota de una atractiva apariencia que la ha convertido en muchas ocasiones en símbolo de la ciudad. La torre de 53 metros de altura es sede de la exposición permanente del Museo de Armas y Fortificaciones de la ciudad. 
Llegar hasta la Puerta de San Miguel nos costó un poco, ya que esta escondida entre las callejas a pesar que su cúpula es muy vistosa.

También es interesante para visitar la catedral gótica de San Martín construida entre los siglos XIII y XVI, que sirvió de lugar coronación de la iglesia del Reino de Hungría entre los años 1563 y 1830.


Catedral San Martin Bratislava Eslovaquia

Casco histórico Bratislava con torre puerta San Miguel

Sin duda la visita que más recuerdo es la del castillo de Bratislava. El castillo es visible desde casi todos los puntos de la ciudad y domina la capital desde lo alto de una colina.. Su arquitectura es un poco rara ya que es como un edificio rectangular, pero con torres del típico castillo.
La primera mención escrita que existe del castillo data del año 907 a. C. aunque el castillo tal y como hoy lo vemos hoy en día  es un construcion original del SX con posteriores reconstrucciones. Tras la caída de la Gran Moravia el castillo de Bratislava pasó a ser una fortificación fronteriza de Hungría. Durante los años del comunismo fue la sede en Bratislava del gobierno Checoslovaco y sede oficial del Parlamento Nacional Eslovaco.

Vistas castillo de Bratislava Eslovaquia

Castillo Bratislava en Eslovaquia

La colina en la que se sitúa el castillo bien merece un paseo por sus jardines, éstos nos permiten disfrutar de las mejores vistas de la ciudad y del Danubio.
Parte del encanto que tiene esta ciudad se la debe a que esta bañada por el rio Danubio. El puente que más llama la atención de todos es el más nuevo que su nombre oficial es Puente SNP(siglas del Levantamiento Nacional Eslovaco) y fue sustituido por el puente viejo. La reciente y moderna construcción es de 1969 y cuelga de cables de acero, careciendo de pilares. El puente cuenta con un mirador al que no se podía acceder durante el Comunismo, ya que se consideraba inapropiado que la gente tuviera una vista panorámica como la que tenia la vecina y capitalista Austria. Hoy en día pararse en al mirador a contemplar los alrededores es una maravilla. En el otro lado del rio se sitúa la parte más moderna de la ciudad, con parques, zonas residenciales y grandes centros comerciales.


Bratislava y el Danubio frente desde el castillo

Uno de los días que visitábamos el centro la ciudad, era sábado y veíamos que todos los comercios estaban cerrados, pensamos que alomejor era fiesta, pero no sólo los comercios eran los únicos que estaban cerrados, sino también los locales de comida rápida, restaurantes y algunos bares, la ciudad estaba casi desértica y éramos casi los únicos paseando por allí.
Vimos una oficina de información turística que estaba abierta y entramos a preguntar, cuando les pregunte si era fiesta, me contesto: no, es sábado... como si para ellos era tan normal que los sábados cerrasen todo, pues así es. Cuando llegó la hora de la comida las pasamos canutas, porque no encontrábamos sitio para comer. Menos mal que los chinos son chinos en china y en Europa y encontramos un restaurante chino tipo fast food que estaba abierto.

Desde Bratislava visitamos la ciudad de Viena.

Comentarios

  1. ¿Como era la historia? íbamos a Cracovia y el tren pasaba por la República Checa y en una conexión de un par de horas nos sentamos a comer una pizza tan creiditos que estábamos en Polonia pero no lo era… Corrígeme si me equivoco. Besos

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    1. Ja, ja...te equivocas un poco, íbamos desde Cracovia a Bratislava en tren y perdimos una conexión, así que nos dieron otro tren que salia unas horas más tarde. En esa conexión pensábamos que ya estábamos en Eslovaquia y cambiamos dinero, pero en realidad estábamos en la República Checa. Después cuando llegamos a Bratislava y comenzamos a pagar con el dinero, la gente miraba raro el dinero, pero nos lo aceptaban, hasta que nos dimos cuenta que el dinero que llevábamos encima no era eslovaco, sino de la República Checa. Esa fue una anécdota muy divertida, aunque tuvimos que volver a cambiar el dinero a moneda eslovaca...

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  2. ay que envidia que lindo! vale la pena ir a conocerla?.. y a Praga fuiste?..
    Saludossssss.

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    1. Hola Mirta, si que vale la pena, sobre todo por su cercania a Viena, es un viaje muy comodo. En Praga solo estuve unas horas en una escala, tengo pendiente profundizar...gracias y saludos!

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