VISITA AL CAIRO POR LIBRE

Llegamos al Cairo en avión muy de noche. Allí nos estaba esperando nuestro taxista, que nos llevaría al hostel. El Cairo es una ciudad muy grande que tiene mucho que ver y toda la visita la hicimos por libre caminando y moviéndonos en transporte público siempre que fuera posible. Estaríamos en el Cairo un par de días a la llegada y otro par de días a la vuelta después del recorrido que haríamos hacia el sur del país a lo largo del río Nilo.

Ciudad vieja del Cairo

Dedicamos unos 2 días completos para visitar la ciudad: un día lo dedicaríamos a visitar el museo del Cairo, la parte más nueva de la ciudad y el barrio cristiano. Y el otro día lo dedicaríamos a visitar el Cairo islámico. Un tercer día estaba reservado para visitar las pirámides de Gizeh.
El hostel estaba situado en el centro, muy cerca del museo del Cairo y muy cerca de la plaza Tarhir, el alma de la ciudad y por donde están todos los alojamientos baratos. 

A la mañana siguiente nos levantamos tranquilos y nos fuimos a la estación de tren central a comprar los billetes de tren para Aswan. Queríamos asegurarnos billete para el día siguiente por la noche. Caminando por las calles, lo primero que nos llama la atención que a más de 20 grados la gente llevaba jerséis y chaquetas, mientras nosotros íbamos en manga corta, para ellos, eso es el invierno.

Fuimos en metro hasta la estación de tren. Los egipcios no están acostumbrados a ver a turistas en el metro, les causa cierta curiosidad. El metro del Cairo es el único de toda África, y para mi fue un lujo haberme montado.

Cuando llegamos a las taquillas de la estación de tren había un poco de caos al comprar los billetes, allí había otros a los que mi marido les llama “los de nuestra especie” (turistas occidentales como nosotros) y como los de la misma especie siempre se ayudan, así conseguimos los billetes, con apoyo mutuo y muchísima paciencia. Cogimos un billete  a Aswan de ida en tren nocturno con litera para la noche que queríamos por un precio de unos 40 euros.

Después de tener ya el billete nos organizamos los dos días previos en el Cairo: ese mismo día iríamos al museo del Cairo y a la ciudad nueva y al día siguiente nos lo pasaríamos todo el día en las pirámides.
Mi recomendación sobre todo en el Cairo es caminar y utilizar el metro. El metro de la capital funciona bien, aunque es limitado y en ocasiones hay que andar un poco para llegar a los sitios.

Entrada museo arqueologico del Cairo

En general no gasto mucho tiempo de mis viajes en visitar museos, pero tengo que decir que el museo del Cairo es una gran excepción. La decisión de ver el museo del Cairo, antes de bajar al sur a visitar los templos y yacimientos arqueológicos a orillas del Nilo, fue muy acertada y la recomiendo a futuros viajeros, mi reflexión es la siguiente: Es mejor primero ver lo que hay dentro de las tumbas, sarcófagos y templos para después visitar cada espacio y ubicar mentalmente lo que habías visto con anterioridad.

El museo nos ocupo toda la mañana y nos colaron los carnets de estudiante.

Antes de entrar en el propio museo, está bien darse una vuelta alrededor y ver el jardín, donde hay estatuas de bustos y algunas tumbas. Ya dentro del museo hay muchísimo que ver, es increíble la cantidad de tesoros de incalculable valor que hay ahí dentro, en total más de 120000 reliquias y vestigios pertenecientes a los sucesivos periodos artísticos del Antiguo Egipto. 

El museo consta de una planta baja y una primera planta, colocado todo por orden cronológico. Lo más destacado de la planta baja son las salas que están dedicadas al antiguo imperio. Pero como más interés está la planta primera donde destacan las galerías de Tutankamón, las tumbas reales, momias grecorromanas, momias de animales y las joyas del antiguo Egipto. Hay salas que directamente albergan como un batiburrillo de cosas que sobraban y no sabían dónde colocarlas. Al museo en sí (las instalaciones quiero decir) mi marido las catalogó de un “almacén”, en vez de un museo.

Por la tarde estuvimos visitando la zona nueva del centro de la ciudad. Cairo es una ciudad muy caótica y sucia. Su centro neurálgico se encuentra en la plaza Midan Tahrir (plaza de la liberación) que es donde se encuentra también el gran Museo Egipcio y el edifico de la Liga Árabe, donde se celebran reuniones de los líderes de países árabes. Esta zona de la ciudad es también su centro comercial repleto de tiendas y actividad comercial de todo tipo. Cruzando el río, se encuentra la zona más nueva del Cairo, caracterizada por edificios y hoteles de gran altura.

Por la tarde noche contemplamos la puesta de sol en uno de los puentes del río Nilo, una puesta de sol maravillosa que nos seguiría durante todo nuestro viaje a lo largo del Nilo sur.

Puesta de sol en Nilo El Cairo

Ya en el Cairo los oportunistas nos intentaron liar varias veces, querían sacar provecho nuestro a cambio de nada, pero con las mismas se fueron con viento fresco y es que por muchas técnicas que utilicespara deshacerte de ellos, da igual porque son demasiados y continuos por lo que lograron en varias ocasiones sacarme de mis casillas.

Uno de los problemas a los que nos enfrentamos en el Cairo, fue la poca posibilidad de sitios en los que podíamos comer: los sitios egipcios, convencionales y baratos no tenían precios. Cuando preguntabas el precio de algo siempre nos decían unos precios altísimos y no había posibilidad de regateo en nada, directamente se te tiran a la yugular. Decidimos por tanto sólo entrar en sitios fast food o restaurantes medianos donde venían los precios escritos, ahora, estos sitios en el Cairo eran muy escasos.

Entre otras visitas a la ciudad del Cairo nos dio tiempo a acercarnos al barrio cristiano copto. Al barrio copto se llega cómodamente en metro. En el barrio copto de la ciudad se respira mucha tranquilidad y se agradece un poco de paz, después de estar inmersos en mucho caos. El pequeño barrio copto fue desde siempre un asentamiento cristiano y se presume que pudo haber hasta más de veinte iglesias cristianas.

La más famosa de sus iglesias y la más fácil de encontrar, justo a la salida del metro, es la denominada iglesia colgante, que llama mucho la atención por su forma circular del piso de arriba.

Iglesia cristiano copta en el Cairo

La gran diferencia de los cristianos coptos es que son monofisitas, que quiere decir que creen que Dios sólo tuvo una naturaleza humana y divina, no sufriendo al ser crucificado.

Para llegar a las otras iglesias coptas hay que perderse por los callejones del barrio. También allí se encuentra un cementerio ortodoxo abandonado con lapidas que son como casitas pequeñas y que actualmente hay vecinos viviendo allí, es una zona tétrica, la verdad. Caminando por sus callejones nos encontramos con la iglesia de San Jorge, que tiene un convento con su mismo nombre. Egipto es uno de los países con un asentamiento numeroso de cristianismos coptos más importantes en terreno musulmán.

Dedicamos un día completo a la zona que llaman del Cairo islámico. Se quiso cambiar el nombre del barrio de “islámico" a antiguo, para no asustar a efectos turísticos.  A este barrio no llega el metro, pero vimos que no estaba lejos del centro por lo que fuimos caminando. Para encontrar la verdadera esencia del Cairo islámico hay que das vueltas y perderse por sus zigzagueantes callejas en las que te vas encontrado esplendidas mezquitas y palacios, aunque algunos de ellos están en ruinas. 

El Cairo Islamico en el Cairo

El Cairo islamico

El barrio está  demasiado sucio y sin restaurar y hay que ir mirando cada esquina para no perderse nada, ya que cosas muy interesantes podrían pasar desapercibidas. El barrio me recordó un poco a la ciudad vieja de Fez en Marruecos.  Lo que le da mucha vida al barrio es la forma de vida y comercio de sus gentes, donde parece que has retrocedido en el tiempo. Aquí apenas hay turistas, a los turistas sólo les llevan al zoco de Khan al-khalili y alrededores, donde están las dos grandes mezquitas que representa un poco la zona cero del Cairo Islámico.

Aparte del famoso zoco, por donde ni pisamos, en la zona cero del Cairo se extiende la explanada de las grandes mezquitas, una al lado de la otra. La mezquita Al Azhar y la mezquita Sayyidna al Hussein. Ambas tienen arquitectura y decoración islámica y fue una pena no poder entrar, porque me hubiese encantado verlas por dentro. (no está permitida la entrada a los no musulmanes).

Explanada de las mezquitas en el Cairo

Ciudad vieja del Cairo

Después de visitar la ciudad vieja también visitamos el cementerio septentrional y la ciudadela. El cementerio es la mitad de una amplia necrópolis conocida como “ciudad de los muertos”. Es todo un barrio muy amplio y actualmente allí vive gente. Muertos y vivos conviven en un tétrico espacio que forma parte de la tradición egipcia, ya que el cementerio fue construido como lugar funerario y como lugar de entretenimiento al mismo tiempo. A mí personalmente es un lugar que me causa mucho respeto.

Necropolis en el Cairo

Después del cementerio fuimos a ciudadela. Esta ciudadela fue construida como defensa y ha sido objeto de diferentes ocupaciones. Esta fortaleza fue también la residencia de los gobernadores de Egipto durante unos seiscientos años. El legado de esta fortaleza consta de varios palacios convertidos en museos, un par de mezquitas, unas murallas y un mirador esplendido desde el que se puede apreciar una vista un tanto contaminada de la gran plaza de la explanada de las mezquitas. 

La ciudadela se ve en un par de horas, lo más impresionante y bonito es la mezquita de Mehmet Ali y lo mejor es que está abierta a todos los visitantes.

Uno de los peligros más reales de la ciudad del Cairo es cruzar las calles e incluso con el semáforo en verde. Una de las veces tratábamos de cruzar, y no había manera. Los egipcios cruzaban con mucha decisión y los coches casi les rozaban. Un chico joven que nos vio asustados, nos ayudó a cruzar y nos dijo: para cruzar las calles en Egipto tenéis que “walk like an egiptian” (caminar como un egipcio) recordando a la famosa canción del grupo Bananarama...

Desde El Cairo visitaríamos las Piramides de Gizeh.

FOTOS DE CAIRO Y PIRAMIDES GIZEH

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