Llegamos a Belgrado en coche desde Sremski Karlovci en menos de una hora. Dedicamos dos días y medio para visitar la capital serbia, una ciudad espléndida e ideal para viajar con niños. Belgrado me sorprendió gratamente en todo, es una ciudad interesantísima que tiene muchas cosas para ver, pero sin duda la calificaría como una ciudad: “child friendly”, con cantidad de posibilidades para hacer y visitar con niños.
A Belgrado le han apodado recientemente como: “la nueva Berlín” y mi sensación fue de que la ciudad ha experimentado un crecimiento exponencial de visitantes tan elevado durante los últimos años, que los lugares turísticos se están quedando pequeños.
Visitamos Belgrado en pleno invierno y pese al frío nos movimos solo caminando ya que estábamos muy bien ubicados a tan solo unos 5 min caminando de la plaza de la República. Hubo un día intenso de niebla que ni levantó, y para mi fue como la foto típica que tenía yo previa al viaje de: “Belgrado en invierno”. Como anochecía temprano, por las mañanas visitamos lugares de interés al aire libre y por las tardes las dedicamos más a museos y paseos disfrutando de la decoración navideña.
El primer día en Belgrado visitamos: el centro y la ciudad vieja, la fortaleza Kalemegdan y barrio de Dorcol.
Stari grad denominan al centro y la parte vieja de la ciudad. El punto ideal inicial de esta ruta: La plaza de la República, donde a sus alrededores se extienden, edificios históricos, iglesias, palacios y amplias zonas peatonales para disfrutar de los puestos y atracciones navideñas para niños. La catedral católica del siglo XVIII poco vistosa si la compara con otros templos de la ciudad.
Pista de hielo en Plaza República Belgrado |
Calle peatonal en centro de Belgrado |
En su interior está el barrio de Dorcol, uno de los más antiguos y de arraigo otomano. En realidad pensé que este barrio iba a ser más exótico, pero es simplemente un barrio residencial de casas históricas con poco movimiento durante el día. Muy interesante la histórica mezquita Bajrakli del año 1500.
Sin duda el plato fuerte de Stari grad en Belgrado es su fortaleza otomana Kalemegdan del siglo XVIII. Es muy amplia y siempre está abierta, formando un gran parque donde pasear tranquilamente de día o de noche, e ir disfrutando de sus atractivos como: sus históricas puertas, la torre del Reloj, el monumento a Víctor, la campana romana, baños turcos, y ruinas de iglesias bizantinas entre otras. Lo más destacable para niños el museo de historia natural y el museo militar que parte de su exposición se encuentra al aire libre. Además cuando estuvimos nosotros había una exposición de dinosaurios. El paseo ofrece una panorámica espectacular de los ríos Sava y Danubio y unas magníficas vistas al barrio de nuevo Belgrado.
Fortaleza Kalemegdan en Belgrado |
Museo Militar y Torre del Reloj en Fortaleza Kaledegman Belgrado |
Barrio bohemio Skadarlija en Belgrado |
Muy cerca de la plaza de la República nos encontramos con las calles de Skadarlija el barrio bohemio de Belgrado. Espacio de encuentro de artistas desde el siglo XIX que ha sido renovado hace muy poco para el turismo y se nota que está nuevo, nuevito...un espacio repleto de restaurantes, cafés y galerías de arte que ya ha sido equiparado a otros barrios bohemios míticos como el Montmartre de París…
El segundo día en Belgrado visitamos: el museo de Nikola Tesla y el museo de las ilusiones; también estuvimos por los alrededores del gran edificio de la Asamblea Nacional y visitamos dos enormes y espectaculares templos.
Uno de estos templos es la monumental iglesia de Sveti Sava, el templo ortodoxo más grande de los Balcanes y el segundo del mundo. Es impresionantemente enorme y me recuerda en todo momento a las monumentales mezquitas de Estambul. Solo se puede visitar su planta baja que es una maravilla, la principal está siendo restaurada y al parecer lleva así muchos años.
Templo Sveti Sava en Belgrado |
Interior Sveti Sava en Belgrado |
Edificio Asamblea Nacional en Belgrado |
El otro monumental templo es la St Marks church: una gran iglesia que sostiene cinco enormes cúpulas que data del año 1400 pero que su arquitectura despista ya que parece más moderna.
Sin duda una de nuestras mejores visitas y que mi hijo recuerda como de lo mejor del viaje: el museo del ingeniero y físico Nikola Tesla, uno de los mejores museos de Belgrado. Al inventor serbio de la corriente alterna le han creado un museo en su memoria donde se conservan sus cenizas. Allí exponen, aparte de artículos de su vida personal, parte de la maquinaria que utilizó para sus estudios e investigaciones. Solo se puede visitar este museo mediante visitas guiadas cada hora (en inglés) y allí mismo hacen las pruebas en directo de sus experimentos entre ellas como la electricidad se transmite a través del aire. Es magnífico para niños. El museo se les ha quedado pequeño para la cantidad de gente que lo visita.
También visitamos el museo de las ilusiones, un museo que consiste en apreciar distorsiones ópticas muy entretenido para visitar con niños. Las instrucciones también están en español y de nuevo el lugar se les ha quedado pequeño para la cantidad de gente que lo visita.
La primera noche que pasamos en Belgrado fue en un apartamento del barrio “Nuevo Belgrado”, donde al día siguiente cogimos nuestro coche de alquiler. Vimos este barrio de pasada, pero no quiero dejar de nombrarlo y no es precisamente porque aquí se ubica el centro financiero y empresarial de la ciudad, sino su atractivo se centra en sus edificios de la antigua Yugoslavia. Estos mastodónticos edificios (que en su momento estuvieron a punto de ser demolidos) sirven hoy para darle personalidad y turismo al barrio convertidos en joyas de la arquitectura brutalista bien preservadas.
Al final de cada jornada en el hotel mi hijo haría la actividad correspondiente de su mini guía de viaje a Serbia, para que mientras viaja, aprenda.
Si quieres ver todas las mini guías de viaje para niños por el mundo pincha aquí.
Desde Belgrado volveríamos a España, finalizando así este viaje que habíamos comenzado 10 días antes haciendo la ruta de los Monasterios UNESCO en Serbia.
tiene muy buena pinta el barrio bohemio, seguro que en primavera está lleno de gente
ResponderEliminarHola Maria, si seguro que con el buen tiempo esta a rebosar...cuando fuimos nosotros habia pocos turista, saludos!
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