Ir al contenido principal

VISITA A KIOTO EN TRES DIAS

Llegué a Kioto desde Nagoya en tren y estaría en Kioto varios días utilizándolo de base para ver otras ciudades interesantes de alrededor. En Kioto me quedé en una autentica casa de couchsurfing: El chico propietario que era un japonés súper hospitalario tenía una casa de dos pisos vacía y permitía a miembros de la comunidad hospedarse en ella. Él se pasaba a final del día para saludar y limpiar. Allí conocí a muchos viajeros de Couchsurfing con los que compartí buenas veladas viajeras.

Torre de comunicaciones en Kioto

Para mi Kioto fue un poco la decepción del viaje, tenía unas expectativas muy altas de la ciudad y no acabé de encontrarle el gustillo. Además Kioto me pareció una ciudad difícil de manejar y complicada...
Para llegar bien a todos los sitios de la ciudad hay que utilizar el transporte público, porque los templos están muy alejados entre sí, y las distancias son enormes. Se pierde mucho tiempo en los desplazamientos porque la ciudad está muy extendida. Sale muy económico
comprarse el bono de un día para viajar en autobús urbano y como me desplacé mucho, enseguida  se compensa. El metro funciona muy bien aunque es más viejo que el de Tokio.

Kioto no es una ciudad moderna, la mayoría es histórica y es que no es para menos si vemos que los orígenes de la ciudad se remontan al siglo VIII, cuando el emperador Kammu decidió que fuera Kioto la capital del imperio. Más  tarde cuando los emperadores decidieron trasladar a Edo-Tokio la capital, Kioto fue la sede de los emperadores del país. Esta ciudad se libró de muchos de los ataques de la Segunda Guerra Mundial, por lo que la ciudad está considerada uno de los principales núcleos históricos del país.

Según se sale de la estación de trenes de Kioto a los alrededores es donde se encuentra la zona más moderna de la ciudad donde se sitúa la famosa torre de observación de Kioto de 131 metros de altura, la torre se construyó en 1964.
Muy cerca de aquí y rodeado de altos edificios se encuentran los templos de Nishi Honganji y Higashi Honganji ambos templos son un buen ejemplo para conocer el budismo japonés contemporáneo.
Un pequeño jardín japonés llamado Shosei se  extiende entre ambos templos. El bonito jardín con su estanque está abierto al público, es bonito para pasear.

Nishi Honganji Templo en Kioto

Para llegar al Palacio Real lo tuve un poco complicado. Estaba a un paso de él y no lo encontraba, preguntaba a la gente con el mapa y el dibujo en la mano no sabían decirme donde estaba. Fue gracioso porque al final lo tenía casi enfrente pero era invisible.
Para visitar el palacio real de Kioto hay que pedir cita, así lo hice  y me la dieron para el día siguiente, por cierto la entrada es gratuita.
El Palacio Real de Kioto fue la sede de la Corte imperial y otras instituciones de notable importancia entre los años 794 y 1868. Actualmente no vive en él ningún emperador. El palacio original fue construido  a finales del siglo XII, después de ser reconstruido ocho veces, la versión actual del palacio fue completada el año 1855. Solo está abierta una parte al público.

Palacio Real en Kioto

Palacio Real en Kioto

En extensión el palacio es grandísimo, tiene muchas estancias, patios interiores y jardines. La visita al palacio se lleva a cabo en grupo y con un guía oficial. El recorrido es predominantemente exterior pudiendo ver algunas salas principales abiertas siempre desde fuera. Dentro del palacio se encuentra el templo Kioto Gosho que es el actual templo del Palacio Imperial. Los famosos jardines de 1630 que envuelven el palacio, no me parecieron tan espectaculares como yo me los imaginaba. Destacan los bonitos puentecillos que unen los diferentes estanques. Los jardines como el resto del palacio, sólo se podían ver desde fuera. En definitiva no me llegó a impresionar este palacio lo encontré parco y con una decoración muy simple.

Jardines imperiales en Kioto

El templo de Kioto que más suele gustar más a los turistas es el de Kinkaku-ji o el templo de oro. Este el templo más famoso de Kioto y reconozco que este templo sí que es bonito de verdad. Su peculiaridad aparte de su color oro, es la originalidad de la construcción que le hacen ser casi único en el mundo. Además tiene un lago en sus orillas y el templo queda reflejado en él, para las bonitas fotos de los turistas que lo visitan. Fue construido originalmente en 1397 como villa de descanso del Emperador de la dinastía Ashikaga Yoshimitsu y la ultima reconstrucción data del 1955.  Las dos plantas superiores del pabellón están recubiertas con hojas de oro puro y lo curioso es que cada piso del templo tiene decoración de un estilo diferente.  Además del edificio, el templo cuenta con hermosos jardines cubiertos de musgos y un jardín japonés por donde es una delicia pasear.

Templo de oro en Japón

Visité el distrito de Gion donde se encuentra el barrio tradicional de Kioto. Este barrio originado en tiempos equivalentes a la Edad Media europea es famoso por la existencia centenaria de las Geisas y parece que allí no ha pasado el tiempo. En el barrio de Gion está la Pagoda Yasaka de 46 metros de altura.

Uno de los templos que más me gustó de esta ciudad fue el templo de Fushindi Inari shrine. Es un templo muy original sobre todo por sus puertas Torii de color naranja. El santuario Fushimi Inari es sintoísta y está dedicado al dios del arroz (Inari).

Los torii (puertas) forman una especie de pasadizo cubierto hasta llegar al santuario. En lo alto de la colina está el santuario principal.

Torii en templo Inari Kioto

En definitiva la ciudad no resultó ser tan impresionante como yo me la imaginaba y creo que está sobre valorada. Las dos cosas que sí que me gustaron de la ciudad fueron el templo de Oro y el templo Inari shrine. 
Desde Kioto hice varias excursiones de un día por la zona, entre ellas a las ciudades de Kobe y Osaka.

FOTOS DE KIOTO

Sígueme en redes
Siguenos en Facebook Síguenos en Twitter Sígueme en Instagram

Comentarios